Según la olas

Cada vez que observo romper las olas siento cómo una parte de mí está cambiando. Somos cambio constante, al igual que las olas nunca dejan de navegar, vamos dejando atrás lo que fuimos para entrar en nuevas evoluciones. Sucede tan despacio, no siempre somos capaces de verlo. Vamos hacia delante como llamados por aquello que anhelamos, a veces, retrocedemos un poco para reestructurarnos, coger impulso, pero siempre en manos de esa inequívoca transformación.

En realidad, aquello que fuimos fue fugaz aunque durara años, y a la vez, necesitó de horas infinitas para crear la historia y esencia de quien eres hoy. Esa fugacidad seguirá existiendo, y esas horas infinitas. No serás consciente, todo pasará delante de ti sin darte cuenta. A menos que un día te pares unos minutos a sentirlo como puedes sentir romper las olas.

 
Según las olas. Cartas al mar by Lourdes Mínguez
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El aroma de las flores cuando termina el verano